Diván Mies Van Der Rohe
Icono del movimiento moderno, cama, sofá y chaise longue. El diván diseñado por Mies Van Der Rohe, es una excepcional pieza minimalista en estado puro que ha conquistado los corazones de muchos desde 1930. Se trata de una evolución de la también mítica silla "Barcelona", que él mismo había diseñado el año anterior, en 1929, con motivo de la Exposición Universal de Barcelona. Mies fue el encargado de proyectar el Pabellón de Alemania en la exposición, que se convertiría en un escaparate de lo que significaba la Bauhaus y su estilo internacional. Para completar el edificio, Mies , que opinaba dque el arquitecto debía diseñar cada detalle del mismo, proyectó esta silla, especialmente pensada para el pabellón; de materiales insuperables y líneas puras. La silla, de estructura de acero y bastidor de correas de cuero, se remata con dos cojines en cuero capitoné.
Tiempo después, Mies diseñó el reposapiés y el diván siguiendo la misma serie Barcelona. Según algunos expertos en su obra, el diván lo diseñó para la casa de Philip Johnson. Poco después de diseñarlo (1930) se presentó en un feria de Berlín como pieza esencial del piso de un soltero.
Estaba realizado en estructura de madera africana laqueada que se apoya sobre unos pies de acero tubular pulido y brillante. El diván comparte con las silla Barcelona formas y materiales, además del look elegante, el símbolo de un nuevo tipo de lujo que poco tiene que ver con la ostentación y la extravagancia.
El reposacabezas es un simple y bien logrado rulo sujetado a la pieza con una correa. La tapicería de cuero es un prodigio de fabricación artesanal con cada recuadro recortado y cosido a mano para formar la retícula que la compone.
La pieza es tan escueta como compleja, porque ya se sabe que con frecuencia lo más sencillo es lo más difícil de resolver. Y es que sus famosa máxima de "menos es más" se cumple aquí a rajatabla. Economía total de formas, restricción absoluta de cualquier ornamento superfluo pero, sin embargo, atención extrema al detalle y sin límite en la calidad de los materiales. Tan impresionante es que, en cierto sentido, hasta intimida sentarse en ella. También se desconoce exactamente su función: diván, cama de día , sofá, chaise longue son algunos de sus nombres, y estos nos pueden dar alguna pista de para qué sirve. Pero, independientemente del uso que se le dé, lo que sí sabemos es que es una pieza destinada a hacer una declaración de principios. Quien la posee no la arrincona, le da un lugar protagonista, y esto es algo que pasa con muy pocos muebles.
* No hay reglas para usar esta pieza icónica de mobiliario contemporáneo. Se puede usar en espacios públicos y privados, en el salón o en el dormitorio, en la consulta del psiquiatra o en la recepción de un banco. Dependiendo del tono de piel que se utilice, el mismo diseño puede transmitir diferentes percepciones. Los blancos o negros se integran mejor como piezas minimalistas, quizá más rigurosas y más frías. Los tonos marrones aportan calidez al conjunto.
**Este producto es solo una réplica del diseño original**